Algunos usuarios de estos sistemas de refrigeración dicen que no funcionan como es debido. Esto es así porque no hacen un uso adecuado de ellos porque son sistemas completamente fiables. Dicen que no enfrían lo suficiente.
Para que se produzca una climatización adecuada y efectiva se han de dar unas series de condiciones, como con cualquier otro sistema de refrigeración. Por ejemplo, un aire acondicionado no funcionará como es debido si todas las puertas y ventanas del espacio están abiertas, puesto que precisa de un espacio cerrado para poder funcionar adecuadamente. Lo mismo ocurre con los climatizadores evaporativos, se han de dar unas condiciones adecuadas.
Los climatizadores son capaces de reducir la temperatura entre los 8 y los 11 grados con respecto a la temperatura que tenemos en el exterior. Además, todo ello, con un ahorro energético del 80% con respecto a los aires acondicionado tradicionales.
Pero todo hay que decirlo, el área geográfica también influye. El ahorro energético y, por tanto, económico se mantendrá en cualquier área, pero su capacidad refrigerante variará según el lugar donde nos encontremos.
En las zonas costeras el climatizador evaporativo no funcionará tan bien como en las zonas más secas.
La excesiva humedad, como podemos encontrar en estos lugares, no es nada beneficiosa par estos sistemas de refrigeración. Por lo tanto, cuanta mayor sequedad haya en el exterior, mejor funcionamiento tendrán estos climatizadores evaporativos. Esto tan solo afecta a su capacidad de enfriar, no a su ahorro energético y, por consiguiente, y como hemos dicho anteriormente, al ahorro económico.
Hablamos de...
¿Cómo funciona?
Todos los climatizadores funcionan de la siguiente manera. El aire caliente proveniente del exterior pasa a través de un filtro humedecido que enfría el aire y, de esta forma, se consigue refrigerar la estancia.
Pero, aunque esta es la explicación que dan siempre todas las empresas que comercializan esta clase de sistemas de refrigeración, desde Efitronic la consideramos incompleta. Faltan todavía dos variables para que se explique adecuadamente el funcionamiento de un climatizador: la sobrepresión en el ambiente y las renovaciones constantes del aire.
Cuando un climatizador evaporativo reduce realmente el ambiente es gracias a la refrigeración adiabática.
El enfriamiento adiabático es un enfriamiento natural que tiene lugar cuando la presión y la temperatura se mantienen constantes.
Los climatizadores introducen aire del exterior en la estancia para después expulsarlo. La diferencia entre el aire expulsado y el introducido en el exterior da lugar a una ligera sobrepresión que, juntándolo con las partículas de agua suspendidas en el ambiente y la renovación continuada del aire se lleva el calor al exterior consiguiendo, de esta forma, reducir la temperatura.
¿Cómo se consigue un proceso de refrigeración eficiente?
Nos podemos llegar a encontrar hasta tres supuestos.
En el caso de que instalemos el climatizador evaporativo en el exterior de una vivienda. Aquí, el sistema de refrigeración tan solo recoge aire del exterior de la estancia logrando, de esta forma, inyectar el aire refrigerado en el el espacio con un poco más de humedad. Durante los primeros procesos el aire entre más fresco y con más humedad que otras veces de utilización.
Otro ejemplo es que el aire inyectado por el climatizador evaporativo sale nuevamente a través de las puertas y las ventanas. La diferencia entre el aire que entra por el que sale genera una ligera sobrepresión.
El último ejemplo es el de que el aire no recircula como en el primer caso y este se acaba eliminando completamente. De esta forma el ambiente se renueva constantemente, manteniendo estable la humedad relativa y reduciendo la temperatura de una manera efectiva.
Estos sistemas de refrigeración son más eficientes que sus equivalentes aires acondicionados. Son capaces de reducir hasta un 80% sobre los aires acondicionados tradicionales.
Estos renuevan constantemente el aire de la estancia. Puede tratarse, sin lugar a dudas, de una nueva forma de luchar contra los problemas de salud bienestar y eficiencia energética.
Estos sistemas no generan problemas de humedad, sino que generan esta clase de problemas cuando son instalados sin tener en cuenta el cálculo de sobrepresión.
Generan un ambiente muy saludable, manteniendo, a su vez, una humedad relativa que se sitúa entre el 50 y el 60%. Esta es la proporción justa para mantener el correcto funcionamiento de nuestras vías respiratorias.